domingo, 19 de abril de 2009

El CD de audio suena peor que antes, ¿por qué?

Diversos medios periodísticos se han hecho eco del asunto: los CD´s de audio ya no son lo que eran hace 10 años, y es así, que las grabaciones viejas suelen “sonar mejor” para algunos oídos. En el sitio Web llamado FUNL, se publicó un video que explica el por qué de esta situación, revelando que la informática tiene mucho que ver en el problema, porque en general el proceso de masterización se realiza con elementos informáticos.

No estamos hablando de CD´s de audio generados a partir de archivos MP3, los cuales invariablemente suenan peor que los originales, porque en el proceso de compresión de audio los algoritmos MP3 borran partes de las formas de onda sonoras que el oído humano en general no escuchará tanto como otras, que sí tienden a quedar en el material auditivo digital. Tampoco estamos hablando de problemas de defectos de fabricación, ni nos referimos a problemas de materiales defectuosos, no.

El inconveniente está en que los nuevos discos, o digamos las nuevas canciones de música popular, son pasadas por un proceso llamado “masterización”, tal como se hizo desde siempre, pero desde hace algunos años la masterización entró en una “guerra de alto volumen”. En Wikipedia hay un excelente artículo sobre el asunto [1], que cuenta incluso cómo fue evolucionando esta guerra, y allí se dan datos precisos en términos de decibeles (una forma de medir el volumen del audio).

Una vez que una canción es grabada en un estudio de grabación, pasa por un proceso de “mezcla”, en el cual justamente se mezclan los diferentes instrumentos (ej.: piano, voz, guitarra, batería, etc.) para que suenen del modo deseado produciendo un conjunto coherente. En ese proceso, no se intenta dar más volumen general a la canción, simplemente en general se intenta que se escuchen todos los instrumentos, tal como el productor y/o los músicos lo desean.

Luego, la “mezcla” deberá pasar por una proceso de “masterización” para llegar a las radios y los CD´s de audio. Es allí cuando expertos en masterización se pasan largas horas logrando un volumen homogéneo para todas las canciones de un disco, pero en el mismo proceso intentan competir con otros discos en el mercado en materia de volumen, para lo cual se debe aplicar un efecto de limitación de picos y compresión, que le quita dinámica al sonido… con los años, el volumen fue creciendo, y la dinámica decreciendo. Así, tenemos discos que suenan todo el tiempo “al palo”, con pocos matices, con instrumentos un tanto saturados y una calidad acústica rebajada.

La solución para acabar con esta guerra del volumen sería justamente volver a masterizar las canciones como se hacía años atrás, cuando lo importante era más la calidad de sonido final que aplastar a un competidor musical.

Mucha gente suele percibir el volumen alto como mejor sonido, pero todo tiene sus límites, y el CD tiene un límite claro: cero decibeles es lo máximo que se puede alcanzar en el mundo digital; el resto del sonido se encuentra en valores negativos, por ejemplo una introducción en guitarra sonará quizá con picos de volumen en -6 decibeles, y un bombo de batería tocado fuerte puede tocar el pico de los -1 decibeles. Cuando se aplica la compresión, esa guitarra comenzará a sonar al máximo posible: 0 decibeles, y el bombo no podrá traspasar la barrera, quedando a 0 decibeles, pero perdiendo dinámica (parte de su forma de onda original, de su esencia sonora).

Se recomienda ver y escuchar el video explicativo:


[1] http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Loudness_war