miércoles, 13 de julio de 2011

Cómo olvidar a mi Ex

Tormento

¿Cómo olvidar a mi ex?

Jhovanny Martes Rosario


(Descubre cómo desinteresarte de tu ex y revivir la búsqueda de tu felicidad)

Basado en la Ley Natural de Causa y Efecto

Preludio interrogativo: Antes de empezar a leer este artículo, primero contéstate las siguientes preguntas con mucha sinceridad. Luego continúa descubriendo cómo olvidar a tu ex.

Preguntas

  1. ¿Te botaron como un perro?
  2. ¿Botaste tú sin piedad, pero ahora tu ex ya tiene otra persona?
  3. ¿Se le acabó el amor al otro por ti?
  4. ¿Se te acabó a ti por esa persona, pero aún lo dudas?
  5. ¿Te pegaron los cuernos y todavía quieres perdonar?
  6. ¿Los pegaste tú por venganza y ahora sientes remordimiento?
  7. ¿Se metió tu ex con otro(a) y todavía dudas si te ama?
  8. ¿Se acabó la magia del amor, pero no lo puedes creer aún?
  9. ¿Ya no hay más química entre los dos, pero tú te empeñas en salvar lo insalvable?
  10. ¿Cómo que te arrepientes de haber elegido a esa persona y no sabes la decisión que debes tomar en lo adelante?
  11. ¿Piensas que tu ex juega con tus sentimientos y eso te tiene confundido(a)?
  12. ¿Fue bonito el amor al principio y a pesar de que ahora es una pesadilla quieres seguir en pie de lucha?
  13. ¿Te sientes una mierda ahora que el amor ya no te sonríe?
  14. ¿Deseas de corazón olvidarte de tu ex y necesitas unos cuantos consejos que a mí me funcionaron con gran efectividad?

Cualquiera que sea tu caso, si tú interés genuino es encontrar la manera de olvidarte de tu ex, te felicito porque has llegado al lugar indicado y en el momento justo. Si por el contrario, lo que buscas en el fondo son sugerencias para recuperar a tu ex, lamento decirte que perderás tu tiempo leyendo este artículo. Este artículo está dedicado exclusiva y egoístamente para aquellas personas que desean y están en la mayor de las disposiciones de sacarse, de una vez y para siempre, ese embrujo del cuerpo y de alma llamado ex. ¿Por qué? Por tres razones sumamente verdaderas: 1) Porque ya tú vivías antes de conocer a tu ex. 2) Porque la vida es demasiada corta para pasársela sufriendo por una vaina que no tiene sentido que siga gravitando en la mente de uno. 3)Porque hay demasiada gente allá afuera dispuesta a dar eso que uno busca con empeño: Amor. Todo lo demás, contrario a estas razones, es: purita obsesión enfermiza, un infantilismo innecesario, una autoflagelación emocional atroz y un bloqueo mental autoimpuesto por debilidad humana.

Con la mejor de las intenciones: Dedico este artículo a todas aquellas personas que como yo, saben que el amor es lo más hermoso de este mundo, pero que cuando se acaba, hay que aceptar la "pérdida" para darse una nueva oportunidad para seguir buscándolo en otros lugares más promisorios. ¿Por qué? Porque es estúpido sufrir lo insufrible y porque es inteligente renunciar a lo renunciable. Porque hay otros brazos por ahí hambrientos de dar calor, porque hay otra boca en algún lugar de este planeta lista para besar con verdad. ¿Dónde? No sé, por ahí, sólo debes salir al mundo y tocar puertas. El agua no va a la vaca, la vaca debe ir al agua.

Le dedico este artículo a esos que, a pesar de los sinsabores que han padecido por el "inesperado" colapso amoroso, saben que el amor perdido no significa la muerte por parálisis cardiaca, sino un simple desmayo del corazón. A esa raza extrañísima de este planeta que tiene el coraje de no resucitar las osamentas de un malogrado amor, porque saben que eso, es perder un hermoso e irreversible tiempo de la vida. Se la dedico con mucha cortesía a esa especie en peligro de extinción que, sin mirar atrás, saben recuperar el ánimo desde lo más profundo del alma para seguir el camino de la vida, el camino del amor. A esos que saben exorcizar de su mente los demonios de un amor ingrato. A los que no permiten que nadie irrumpa en su vida así de simple con el propósito cínico de jugar con los sentimientos. A los que nunca pierden la fe en el amor después del amor. A los que no dejan oxidar las flechas del amor en el carcaj del desaliento por causa de los desengaños. A los que saben sobreponerse al cataclismo de la herida de una desilusión. A los que aceptan que al final de cualquier túnel oscuro podemos encontrar siempre una lucecilla de esperanza. A los que no se resignan con migajas de afectos torcidos. A los que se prohíben darse por vencidos. A los que se dan una oportunidad, dos, tres… hasta encontrar alguien que quiera jugársela en el amor. A los que apuestan siempre por la vida en abundancia. A todos aquellos que, a pesar de los pesares, no se rinden, sino que siguen en pie de lucha hasta el final. A los que saben que tropezar y caerse no significa perder, sino un episodio más de la vida que se supera con levantarse y seguir caminando hasta llegar a la meta. A los que finalmente siguen dando amor aun después del desamor. ¡A ellos va dedicada esta obra!

Introducción

La felicidad en los seres humanos emana esencialmente del amor, por esa razón todos queremos amar y ser amados. Muchos conquistan el amor con amor, otros por otros medios, tales como el poder del dinero y el embuste. La desesperación de unos los llevas de hecho a venderse al más bajo precio. Y es que el amor a todos nos pone locos a diferentes niveles. Sin embargo, todo el que decide entrar en el juego del amor, debe saber que así como el jardinero a la rosa, llegamos a disfrutar de la fragancia de la rosa, pero a cambio del dolor de las espinas que como alevosía se nos clavan. Nadie sale ileso del amor, pero en el fondo, el amor es un juego divertido que vale la pena jugar. A veces nos hieren y a veces herimos, en ocasiones sin quererlo. A todos los que nos hemos enamorado de verdad nos han roto, en alguna momento, el corazón, de eso no hay dudas. El que no ha sufrido en el amor es porque no ha amado de verdad, o es que no lo han querido jamás. ¿Quién que haya amado con locura no se ha sentido una mierda cuando de repente lo abandonan en el amor? Todos los que nos hemos enamorado de verdad y nos han traicionado en el amor, en lo más secreto de nuestro ser, hemos deseado para sí la muerte. Todos los que hemos amado sin condición le hemos deseado a alguien, aunque sea una vez en la vida, por despecho y frustración, que muera. Todos los que nos hemos enamorado perdidamente hemos sentido un dolor letal en el pecho por causa de un mal amor al que considerábamos eterno. Todos los que nos hemos enamorado de verdad y nos hemos sentido desilusionados en gran manera, hemos deseado enterrarle un cuchillo en el corazón a quien inventó el amor. ¡Maldito Cúpido!

Todo hasta ese punto es normal y muy humano, pasar de ahí es rayar en algo psicopatológico, infantil e innecesario. Este artículo ha nacido con un propósito bien específico y definido: ayudarte a sobreponerte de una ruptura amorosa, ayudarte a curar tus heridas, ayudarte a olvidar lo que ya no tiene sentido que siga gravitando en tu mente, ayudarte a seguir en pie de lucha, ayudarte a seguir creyendo en el amor, ayudarte a que te enamores de la vida otra vez, ayudarte a seguir viviendo. Ayudarte a prepararte para seguir en búsqueda de la felicidad en pareja, pero con un nuevo amor. Quiero que sepas que de nada o de muy poco te servirá todo lo que te sugeriré aquí si no llevas estas sugerencias a la práctica. Por lo que, si en verdad quieres deshacerte del fantasma de tu ex, te invito a seguir leyendo las siguientes páginas a título de consejos, los que comparto contigo con gran sinceridad y con enorme empatía. A mí me funcionaron perfectamente, porque así me lo propuse y así lo cumplí. Fue mi compromiso personal conmigo mismo, por honor y dignidad. Nada es fácil al principio, pero vale la pena al final.

Georges Bernanos dijo una vez: “El verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es el olvido”. Algún día seremos viejos y tendremos arrugas como es natural. Nadie puede evitar las arrugas de la piel, pero las arrugas del alma sí que podemos evitarlas. He aquí el propósito de estos consejos: impedir que nuestro interior envejezca prematuramente hasta convertirnos en bazofias humanas o algo peor. Como es obvio, algunos cambios sugeridos aquí pueden hacerse de una vez, pero otros no, algunos tomarán más tiempo. La cura será un proceso gradual, pero segura, si así lo deseas y luchas por ello. Nada es imposible en la vida, excepto escapársele a la muerte terrenal… De cierto te digo que si en medio de la lectura de estos consejos tomas tu teléfono para comunicarte con tu ex o contestarle algún mensaje, abandona la lectura y sigue trillando el caminejo a tu muy potencial fracaso. Es un asunto de causa y efecto. Si arrojas una piedra hacia arriba caerá irremediablemente, y es muy probable que caiga en tu cabeza. Todos sabemos que olvidar a alguien especial de la noche a la mañana no es fácil. Es difícil borrar del registro de tu memoria el físico y el nombre de alguien, incluyendo los momentos convividos con esa persona con quien tú habías mantenido una relación afectiva más o menos profunda. No es fácil, pero tampoco imposible. No será fácil, pero te aseguro que valdrá la pena.

Olvidar es, en cierta medida, recurrir a un proceso sanguinolento de un desdén metódico y una indiferencia fríamente calculada. Olvidar es en un sentido realista anestesiar al corazón para que no te fuerce a pensar más en alguien que en conclusión, no aporta felicidad a tu vida, sino que suma miseria a ella sin contemplación. Es sabido que el tiempo y la distancia son causas fomentadoras del olvido: Esto es verdad hasta cierto punto, porque debes poner de tu parte para poder anular de tu mente y corazón cualquier rastrojo de tu ex. De este modo lograrás increíbles efectos en tu propósito. Medita esto con detención: Según los entendidos en materia de aprendizaje y retención de datos, el ser humano retiene:

1) 10% de lo que lee (cartas, tarjetas de tu ex).

2) 20% de lo que escucha (música nostálgica, su timbre de voz).

3) 30 % de lo que ve (fotos de tu ex, peluches).

4) 50% de lo que escucha y ve (combinación de las dos anteriores).

5) 70 % de lo que dice (mencionar a cada momento al ex).

6) y un 90% de lo que se dice mientras se ejecuta lo dicho (no puedo olvidar lo(a). llamadas telefónicas, entregarte de nuevo en sus garfios, ver fotos, suspirar, lamentarse de la ruptura, mencionarlo(a) en cada conversación…).

Sabiendo todo esto, ¿A qué conclusiones llegas? Medítalo. Mi conclusión es que, al final de todo esto, yo puedo convertirme en mi propio salvador o en mi propio verdugo. Yo soy dueño de mi destino. Yo soy dueño de mis acciones. Mientras tanto, te pregunto francamente, ¿Con qué oculto propósito te sacrificas entregando tu corazón a tu ex si en el fondo sabes que no te ama en verdad, que ya no está interesado en ti? ¿Te interesa aún su sexo? ¿Le estás dando mente a que si ya no está con tu ex tu economía se verá afectada? ¿Piensas que sin tu ex a tu lado la vida no tendrá sentido? ¿Es tu caso masoquismo? ¿Complejo de pájaro enjaulado? ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Miedo al cambio? ¿Falta de agallas para enfrentar tu realidad? ¡La verdad es que no lo sé! Lo que sí sé es que, al principio, eres libre de culpa por el hecho de que tu ex no te haya correspondido como tú mereces, pero si vuelves con tu ex otra vez y te vuelve a dar la espalda, entonces eres innegablemente culpable y merecedor(a) de tu desgracia y algo más… Como dicen por ahí: “Ayúdate que Dios te ayudará.” Sé fuerte para resistir la tentación de caer en el gancho de nuevo y lucha contra viento y marea por tu felicidad. Como ser humano tienes el derecho de desfallecer y flaquear por momentos, ¿Por qué no? Pero que estas debilidades no se conviertan en un hábito en ti hasta causarte más problemas. ¡Lucha insistentemente como el junco que se resiste a quebrarse azotado por algún ventarrón artero! La batalla será cruenta, pero con tu tenacidad y constancia y la fe en ti mismo (a), sé que ganarás exitosamente. El dramaturgo inglés, William Shakespeare, en voz de uno de sus personajes llamado Hamlet dijo en cierta ocasión: “Ser o no ser, esa es la cuestión.” Tú decides lo que ser en el mundo. Tú decides si ser en la vida gusano que se arrastra o mariposa que vuela. ¿Por dónde debes empezar? Pues por el sacrificio. Para ser mariposa primero debes sacrificarte en el capullo.

Considera esto: la vida es muy corta para pasártele de psicoterapeuta de los demás. En este planeta, hay un sinnúmero de individuos que padecen de trastornos psicológicos: neurosis, ciclotimia, esquizofrenia, hipocondría, complejo de inferioridad, megalomanía, delirio de persecución, fobias, manías, complejo de Peter Pan. Y yo me pregunto: ¿Qué harás tú con las depresiones de los demás? ¿Qué vas a hacer con sus situaciones no resueltas de la infancia? ¿Qué pretendes hacer con toda su sarta de psicopatologías? ¿Arrastrarás con toda esa cordillera de engorrosos complejos de tu ex? ¿A caso no te es suficiente con lidiar con tus propias fobias para tratar las de tu ex? ¿Eres acaso algún psicoterapeuta? Y si lo eres, ¿Qué? ¿Te dedicarás a impartir sesiones psicoterapéuticas la vida entera? ¡Absurdo! Si te dedicas a esa compleja tarea, sin duda alguna, con el tiempo, serás tú quien fuere a necesitar ayuda psicoterapéutica. Sin irte a los extremos (siempre dañinos), sé un tanto egocéntrico en algunos casos. Ejemplo, si un día caes en un hoyo con 3 compañeros de viaje, no intentes salir de él con ellos en el hombro, porque el peso no te lo permitirá. Primero trata de salir tú, para que luego puedas ayudar a los demás. ¡Cuida tu salud mental!

Tú eres el (la) autor (a) de tu propia novela. Es decir que sólo tú tienes la potestad de escribir lo que se te venga en gana en las páginas del libro de tu vida. En tu trama de amor y pasión entra y sale el personaje que tú decidas dejar actuar en tu escenario. Tienes el mando de categorizar a los histriones que llegan a tu teatro como te dicte el corazón. A éste le puedes dar el guión del personaje secundario, a aquél otro puedes cederle un papel de cuadro. Sin desconocer que el personaje principal siempre debe ser y deberá ser tú ¡Que más da, es tu historia! Sólo debes procurar que los personajes no se te rebelen en la obra, si intentan hacerlo, despídelo de tu teatro antes de que tú pases a ser de titiritero a títere.

En este nuevo capítulo de tu historia, tu ex debe ser sencillamente un personaje de relleno en tu obra, una sombra, una tumba, un simple pasado. No más de ahí. Ese es el precio que tu ex debe pagar por no respetar las reglas de tu juego. En conclusión, olvidar es lograr que el corazón no se conmueva más por aquel o aquella cínico (a) que jugó contigo, haciéndote perder un tiempo hermoso de tu existencia. Es prohibirle a los sentimientos que hablen por ti. Tú debes tomar el control absoluto de lo que llevas por dentro. Olvidar es en definitiva, echarle tierra al pasado para empezar de nuevo, porque tú, criatura creada a imagen y semejanza de Dios, mereces simplemente algo mejor. De las sugerencias que te doy a continuación, toma la que te sirva mejor, el resto, arrójalas al zafacón de la basura. Es tu decisión. Pero recuerda que tú eres en el (la) responsable de tú situación actual y de la del futuro. El destino propiamente dicho no te viene prefabricado, tú debes fabricarlo. Aclaro que, esta obra es producto de una ruptura amorosa acaecida al autor, por lo que sus letras están escritas con experiencia y un deseo intenso de cambiarlo todo, de revertirlo todo, de salir de esa pesadilla. Al final, el autor salió victorioso, porque así lo determinó.

¿Estás listo(a) ahora para empezar a olvidar? ¿Estás listo(a) para volver a vivir en paz? ¡Si es así, entonces, empecemos ya! ¡Atrévete a ser feliz!

10 sugerencias prácticas

1-Deshazte de todo aquello que te pudiera hacerte recordar al ex.

Obviamente, borrar de la mente aquellos recuerdos lindos de una relación nos podría resultar un tanto complejo debido al extraordinario poder de registro de la memoria. Muchos de estos recuerdos se internan estratégicamente en el subconsciente. Sin embargo, como si hacemos caso omiso a la frase popular de que: Ojos que no ven, corazón que no siente, podríamos empezar a borrar cosas de nuestra mente desechando todo aquellos objetos y cosas que, de una u otra manera, nos hacen evocar momentos agradables de la relación -cuando todavía Cupido estaba de nuestro lado-. Por lo que debemos atacar al enemigo por lo más visible. Así que debes empezar a arrojar al bote de la basura todo lo que te podría hacer recordar a tu ex. Arremete pues contra fotos, peluches, cartas, tarjetas, ropas, bisuterías. Ah, y por supuesto, no olvides eliminar su Facebook del tuyo.

Cuando un ejército poderoso logra penetrar a territorio enemigo con el fin único de hacerlo desaparecer de la faz de la tierra, lo primero que hace es saquear sus riquezas, tomar a las mujeres, aniquilar a los soldados más temibles, hacer prisioneros a los más venables y convertirlos en esclavos, y finalmente incineran todo a su paso. Queman todo aquello es considerado sagrado para el pueblo yugulado: sus ídolos, sus imágenes, sus estatuas, sus templos, sus dioses de barro. Todo lo destruyen. Todo lo pulverizan. ¿La razón? Para que a nadie se le ocurra evocar recuerdos de sus adoraciones y hábitos, para que no se revelen tan fácilmente, para imponer nuevos ideales. Las mal llamadas Guerras Santas impusieron a punta de espadas sus ideales. Los europeos redujeron casi a nada toda una raza, con todo y sus cemíes y culturas, cuando pisaron en el Nuevo Mundo y finalmente impusieron el orden que ellos que querían en el nombre de su dios cristiano. Pero ¿se puede aplicar esta actitud devastadora en el amor fallido? ¡Por supuesto que sí! Obviamente los terrenos son distintos, pero el objetivo es el mismo: reducir al enemigo e imponer un nuevo orden, el orden que más le conviene al corazón: EL OLVIDO. Dime ahora, ¿Para qué conservar todo aquello que innecesariamente te hará recordar a quien ya no aporta nada sano a tu salud mental? ¿Para qué guardar los ídolos de un dios falso y despiadado? ¡Absurdo! Así no te aferres a un pasado que no merece ser recordado, por lo que debes despojarte de todo apego materialista para esta noble causa. ¡Total, nada te llevarás cuando te mueras! En el caso de propiedades de mayor valor económico, busca un modo de vender una parte, regalar otra y así renovarlo. Recurre a un abogado para que te ayude a manejar el asunto como manda la Ley. Es peliagudo, pero beneficioso para tu alma. Repito no conserves nada que te vaya a ser recordar a tu ex. ¿Desde qué momento? ¡Pues desde este mismo instante! Ah, otra cosita muy importante, no te detengas mezquinamente a pensar en el valor económico de las cosas que te desharás. Recuerda sólo dos asuntos verdaderos: 1-Tu paz espiritual no tiene precio. 2- Más se perdió en el Diluvio en el tiempo de Noé. Regálate el arcoíris de la paz interior.

2-Aléjate de aquellos lugares donde tú y tu ex solían estar juntos.

¿Por qué? Pues muy sencillo. ¿Qué hace la gente cuando pasa por una iglesia? Pues pensar en su dios y arrepentimiento. ¿Qué hace la gente cuando pasa por un cementerio? Pues pensar en la muerte. ¿Qué hace la gente cuando pasa por un motel? Pues en sexo. ¿Y qué harías tú cuando pases por aquel lugar donde por primera vez tú y tu ex se dieron el primer beso? Pues suspirar por tu ex, como es lógico. Cuando una relación amorosa acaba, con ella debe acabar también todo aquello que la pudiera hacer recordar. Todo debe renovarse. La vida es como una Y (i griega), que empieza con un sólo camino, pero luego se nos va bifurcando hasta tendernos dos caminos, ambos nos parecen iguales, pero sólo uno nos conviene andar. Así es el amor cuando termina: Dos caminos parecidos, uno ya ha sido transitado y el otro todavía, pero uno sólo nos conviene tomar a nuestro riesgo. Nadie obliga a nadie a tomar el camino viejo o el camino nuevo. Esa es una decisión muy personal. ¡Demasiada personal! Ambos caminos están llenos de señales un tanto ambiguas que sólo el corazón sabe interpretar y discernir. Es decir, cada quien sabe lo que le conviene y lo que no le conviene. Nadie está dentro del otro como para saber de qué sabor es la pena que se sufre. Cada quien es dueño de su dicha y de su pesar. Por eso, sólo uno sabe cuán catastrófico puede resultar volver a pisar el mismo camino de abrojos y yerbajos por el que una vez se anduvo con el corazón en la mano. Cada quien se convierte, al menos una vez en la vida, en su propia Alicia, en su propio país de las maravillas. A cada uno de nosotros nos ha tocado soñar infantilmente: ir detrás de conejos blancos, mariposas y cosas extrañas como lo hizo Alicia en su cuento. Pero, como es natural, los sueños nunca son eternos, por lo que debemos despertar de ellos, y retornar a nuestra realidad, y enfrentar nuestra situación.

El amor nos convierte en eso a nosotros, en soñadores que van correteando alocadamente tras sus grandes aventuras. Hasta ese punto las cosas son buenas. Lo malo empieza cuando debemos despertar de ese ensueño y para encontrarnos de cara con nuestra avinagrada realidad. No todo el mundo sabe luchar contra las adversidades en el amor. De ahí que muchos se dejan pisotear de sus propias circunstancias y se dejan convertir en mierda y e algo peor aún. Pero sé que, tú que lees estas sugerencias en este momento crucial de tu vida, sé que puedes sobreponerte de tu caída y salir airoso(a) de todo esto. Sé que puedes, porque el hecho de que estés en búsqueda de sugerencias para sacar de tu pecho lo que te asfixia ahora es razón suficiente de que tú como persona inteligente deseas algo mejor que el frívolo llanto y las lamentaciones estériles. Y de hecho, como ser humano que eres, no cabe dudas de que siempre serás merecedor(a) de lo mejor. ¿Por qué no? Sólo que debes luchar por esa mejoría, ya que nadie te la llevará a tu puerta.

Reitero, debes alejarte de todos aquellos lugares en donde tu y tu ex compartieron momentos juntos, ya que los mismos pueden convertirse en aquellos círculos de torturas de la Divina Comedia de Dante Alighieri. Pasar por ellos es provocarte miles de suplicios sin necesidad. Así que hasta un gran favor,no pases por esos lugares ya lúgubres ahora, aléjate de ellos o siempre te harán suspirar el pasado inútilmente. Sin embargo, si crees que para llegar al paraíso de tu paz interior debes pasar por el purgatorio de tus desdichas y por el infierno de tus recuerdos, entonces hazlo, pero aun así, no te lo recomiendo. Esta actividad catártica no es para todo el mundo. Lo mejor es alejarse del fuego para que no le queme a uno.

Te lo aseguro, desde el mismo momento que pases por uno de esos lugares en lo que solías compartir momentos agradables con tu ex, desde ese mismo instante te asaltará un suspiro de: “Ah, fulano (a), la vida.” ¡No caigas en la trampa! O retornarás a algo que ya no le conviene a tu equilibrio mental y sentimental. Que se pierda cualquier cosa, menos tu dignidad. Desde este momento todo camino por el que desees pasar debe ser nuevo. En este sagrado momento de tu vida, tienes frente a ti un camino bifurcado. Tú decides si seguir el camino que ya conoces y que sabes bien a donde te llevará, o si tomar un camino distinto, y escribir tu historia de amor por senderos más promisorios, con menos malezas y con menos ortigas.

3-Corta el mínimo medio de comunicación con tu ex.

Una de las tácticas más efectivas que implementan en la guerra en pos de la victoria es cortar cualquier medio de comunicación del enemigo. Obstruir sus caminos, derribar sus puentes, cortar sus cables telefónicos, averías sus satélites, cerrar los canales televisivos y radiodifusores, hacer presos a los heraldos o carteros. Todo, absolutamente todo debe ser eliminado. De igual manera, para lograr tus objetivos contra tu ex, cierra la mínima brecha de comunicación con tu ex: Cambia tu número telefónico, tu dirección de e-mail, sácalo de tu Facebook y a todo aquel que te hable de tu ex. Si te envía una carta, no la abras. ¡Contén la curiosidad y tírala al zafacón! Hay seres especialistas en el arte de la persuasión. Son maestros de la hipnosis. Sus palabras son como las que usó la serpiente para persuadir a Eva a que pecara. El escenario que deberás enfrentar se parecerá mucho al mismo que tuvo que enfrentar Jesús de Nazaret durante 40 días en el desierto. Repasémoslo un poco.

Evangelio según san Mateo 4:1-11

"Entonces fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Y, habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al fin tuvo hambre. 3 Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Pero él respondió, diciendo: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Le llevó entonces el diablo a la Ciudad Santa, y, poniéndole sobre el pináculo del Templo, 6 le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, pues escrito está: “A sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra.” 7 Le dijo Jesús: También está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios.” 8 De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 le dijo: Todo esto te daré si de rodillas me adoras. 10 Le dijo entonces Jesús: Apártate, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto.” 11 Entonces el diablo le dejó, y llegaron ángeles y le servían". Es muy posible que al igual que a Jesús te ocurra a ti con tu ex (Satanás). Primero tu ex sabrá identificar cuándo tú estarás sintiendo hambre de amor y tu ex algo aprovechará esa ocasión y se acercará a ti y te dirá con palabras melosas: Si una vez me amaste de verdad, ven, regresemos a lo nuestro, convierte este cuerpo mío en pan de sexo y cómeme como lo hacías antes. En ese momento deberás contestarle con mucha sinceridad:

Escrito está en mi corazón: no sólo de tu sexo vivirá mi cuerpo, sino de amor verdadero y sincero el que por su puesto, ya tú no sabes dar. Entonces si tuvieron un hijo, tu ex te dirá con gran treta verbal:Si eres un(a) buen(a) padre/madre, vuelve a mis brazos, pues escrito está: Si no estamos juntos, el hijo sufrirá. Y tú entonces le contestará con voz templada: También está escrito en el libro de la verdadera familia: Es mejor para el hijo unos progenitores separados y viviendo en paz, que un matrimonio donde no existe ni amor ni respeto mutuo. Y como última jugada, tu ex te ofrecerá villas y castillas, para ver si te convence de una vez por todas, pero tú serás más fuerte que esas débiles promesas y le dirás con firmeza: Apártate de mi embustero, porque escrito está en mi alma: Al amor sincero sólo adoraré y solo a él daré culto.

Luego veras como se acercarán los alcahuetes y celestinas a tratar de convencerte de que vuelvas con tu ex, por esto o por aquello. A estos ángeles negros, cual hizo el arcángel San Miguel con Lucifer, mándalos al carajo sin miramiento. Estos individuos sí que saben manipular la situación para que caigas en ese abismo que ni ellos mismos desearían caer. El punto es que no exista ningún tipo de enlace entre ambos. Todos sabemos que cuando una relación amorosa se arruina, si hay algún arreglo sentimental en ambos, existe una altísima probabilidad de que, con el correr del tiempo, las cosas cambien, pero de mal a peor. No es fatalismo, los números no mienten. Chequea las estadísticas. Tú podrías ser la diferencia, pero ¿cómo saberlo? Hay riesgo que nunca valdrá la pena ni siquiera considerarlo. Como dicen por ahí: Elcorazón del la auyama solo lo sabe el cuchillo. Es decir, sólo uno sabe lo que se puede volver a sufrir con esto o con aquello.

Es sabido que cuando alguien se interesa por componer una relación, promete hasta lo que no tiene. Cambia su actitud de una incomprensiva a una totalmente arrepentida y sumisa, todo por alcanzar su objetivo egoístamente. Las primeras semanas son naturalmente de entendimiento y mimos, pero pasado unos meses, al gatito sumiso le van saliendo las uñitas hasta convertirse en garras mortíferas de pantera. Como dice José José: “Lo que un día fue no será.” El amor no cambia su generosidad, pero la gente sí. Para esto, los seres humanos somos, verdaderos actores, maestros del teatro.

4-Múdate de la comunidad lo más pronto posible o tendrás a todo un barrio preguntándote por tu ex.

¿Recuerdas el difícil éxodo por el que tuvieron que pasar los israelitas guiados por Moisés? Todos decidieron marcharse y dejar todo atrás. ¿Motivado por qué? Por el deseo de libertad. Porque no querían ser esclavos más tiempo. Porque no querían vivir en cautiverio por un segundo más. Porque querían servirle a un dios de bondad y amor y no a dioses creados de barro. Y aunque pasaron más de cuarenta años vagando por el desierto, pasando de todo en esa arriesgada travesía, tan solo por alcanzar La Tierra Prometida. Al final, lo lograron. Valió la pena el sacrificio. Sufrieron al principio, pero ya eran personas libres, en una tierra de abundancia y sagrada.

Como en Egipto, el acoso será casi insoportable hacia ti. ¿Por qué? Porque el vulgo se entretiene con las desgracias de los demás. Porque quien no sabe construir, destruye. Mientras algunas personas aprovecharán la ocasión para pasarse como agentes infiltrados, con el fin maquiavélico de llevarte toda clase de chismes sobre tu ex, otros empezarán a resaltar las “cualidades” de tu ex, a tal grado que, poco a poco, tú mismo (a) empezarás a considerar una posible reconciliación con tu ex. Pero, como los israelitas al Faraón, por más lindo que te pinten el panorama color de rosa, recházalo de tajo. No vuelvas a tropezar con la misma piedra y con el mismo pie. Mira hacia delante, y camina hacia tu verdadera tierra prometida. Tu futuro queda hacia delante, nunca hacia atrás.

Si tu ex vive cerca en tu misma comunidad o estudia en tu mismo recinto escolar, no lo dudes, haz tus maletas y múdate de ese lugar, el cual no te ayudará en tu sagrado proyecto de olvidar esa relación perniciosa. En tu retirada evita mirar hacia atrás (hacia tu pasado) para que no te ocurra lo que le pasó a la mujer de Lot, en la historia bíblica de Sodoma y Gomorra, quien por matar la curiosidad miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal para siempre. Vete lejos, mientras más lejos mejor. Los psicólogos aconsejan siempre retirarse a un lugar tranquilo y lleno de aire, el campo es una buena opción. En el camino a tu nuevo recinto, escribe una lista de aquellos defectos de tu ex y repásalos una y otra vez hasta que se te queden grabado en la memoria, de tal modo que recuerdes los malos ratos que viviste a su lado. No dejes que la hiel de aquella mala experiencia se te mezcle con la miel de la ilusión. No le des tregua a tu debilidad humana para volver a lo mismo de siempre –perder tiempo- en un mundo que te ofrece millones de oportunidades para alcanzar la felicidad. Míralo de este modo: perdiste un pez, pero el mar está repleto de miles de millones de peces. Donde quiera existe una oportunidad para buscar la felicidad.

5-Reanuda los vínculos de tu amistad con tus viejos amigos.

El filósofo griego Platón, una vez dijo: "Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo". Y es que ciertamente, los amigos llenan un espacio importantísimo en nuestras vidas. Los verdaderos amigos siempre están ahí, justo cuando más lo necesitamos, para consolarnos, para apoyarnos, para revivir momentos de alegría, para hacernos olvidar las amarguras de la vida. Además, recuerda que antes de tu ex llegar a ti, ya tú vivías. Así que ahora que eres libre otra vez, reúnete con tus amigos de antes, pero no para usarlos como escudo con el propósito de evadir tu desventura, sino como lo que son: amigos de verdad, de esos que siempre te dan una palmadita en el hombro, mientras te dicen: “No te desanimes, estamos contigo.” Si te fijas bien en los superhéroes de La Liga de la Justicia Internacional: Supermán, Batman y Robin, La Mujer Maravilla, Aquamán, Linterna Verde, Hawkman, etc, concluirás que uno de los secretos de esos superhéroes radica en que mientras luchan por la justicia y la paz del mundial, a veces se enamoran, pero siempre terminan por reunirse con los amigos. Recuerda que el amor viene y se va, y se va y vuelve. No te aferres a una sola cosa en la vida. No pongas todos tus huevos en una sola canasta.

Por lo tanto tú, haz lo mismo, mientras se van curando las heridas, reúnete con tu Gran Liga de la Justicia (tus cuates de toda la vida) y disfruta con ellos de tu libertad en grande, pero sin caer en el libertinaje que siempre daña y empeora las cosas. Vive intensamente esos momentos que te ofrece la vida con esos amigos de verdad. Alégrate cada mañana de quien eres ahora y de lo que puedes hacer en lo adelante. Es muy seguro que el Creador esté intercediendo en todo esto para que tú logres alcanzar la felicidad plena con alguien tan especial como tú. No permitas que una sola persona en el universo te convierta en una flébil porquería. Nadie está llamado a ser dueño de nadie. ¡Abajo los sistemas esclavistas y las obsesiones enfermizas! ¡Abajo los celos absurdos! ¡A la mierda con sus falsas promesas! No derrames ni una lágrima más por lo que ya no vale la pena seguir pensando. ¡Ríe porque ahora eres libre para elegir algo mejor!

6-Aléjate de las canciones y mensajes que te invitan a la amargura y al suicidio.

Así es, hay miles de canciones con millones de mensajes subliminales ocultos entre sus letras. Canciones llenas de maleficios y líricas que incitan a la perdición y/o a la muerte. Sus mensajes pasan inadvertidamente por las mentes de las personas, y luego se van internando lentamente en el subconsciente (su célula huésped) y desde allí empiezan a incubarse y reproducirse como un virus letal. Son virus que matan lentamente. De modo que debes prohibirte escuchar canciones virales con frases tales como: “Me quiero morir”. “Desde que te perdí mi vida es un infierno”. “La vida sin ti no vale nada”. “Me haces falta”. “Sin ti me muero”. Reduce esto al mínimo. Escucha en vez, música alegre o de superación personal. O esas canciones religiosas con mensajes como el siguiente: “Puedes tener paz en la tormenta.” “Camina siempre adelante”. “A partir de mañana (ahora) empezaré a vivir la mitad de mi vida”. “Hoy puede ser un gran día.” “Color esperanza”. “Sueña”. “Gracias a la vida.” En Youtube hay miles de canciones y mensajes de superación personal que pueden ayudarte inmensamente a fortalecer tu espíritu. En las librerías existen un sinnúmero de libros de autoayuda que pueden hacer magia en tu vida. Las puertas de la iglesia de tu preferencia siempre están abiertas para cuando desees escuchar los mejores mensajes de vida para ti, totalmente gratis.

Con el fin de recordarte que hay miles de millones de razones para seguir hacia adelante. Todo esto te fortalecerá el espíritu y te alejará de la tramposa melancolía. Húyele a la tristeza como Satanás a la cruz. Hazte el favor de no escuchar nada mustio. Esto será un sacrificio que luego tú mismo lo admirarás y te lo agradecerá para el resto de tu vida. Porque sencillamente te le zafaste a la terrible nostalgia, madre de toda reconciliación infructuosa.

7-Cambia tu imagen por fuera y por dentro.

Dicen que vestir bien causa efectos secundarios, y es cierto. Por lo tanto, es hora de que saques tiempo para el ser más importante en todo el Universo: TÚ. A veces ocurre que por andar uno más pendiente del otro se descuida de uno mismo. El dinero lo gastas en los compromisos que se contraen cuando se tiene una pareja. Y no es que se quiera, es que los gastos surgen naturalmente, esto sin mencionar a algunos miembros oportunistas de la pareja, quienes siempre están en mala, y recurren al banco más cercano y seguro a pedir sus préstamos: a ti. Préstamos que muchas veces nunca se llega a pagar. Y entre este compromiso y el otro nuestra imagen se ve perjudicada.

Vivir solo por un tiempo nos da esa ventaja, la que no solemos disfrutar a nuestras anchas cuando vivimos en pareja. En momentos de crisis económica, cuando los impuestos nos torturan el cochinito de ahorros y la pareja que tenemos no aporto mucho, una ruptura amorosa, más que una tragedia es una bendición. Y esta misma realidad de separación sentimental nos brinda una nueva oportunidad para ahorrar y para invertir más en uno mismo. Es cierto, por estar uno más presente en los acotejos de los demás, descuidamos nuestro aspecto hasta lucir gente vulgar y sin clase alguna. Bueno, ahora que eres libre debes cuidarte más, y no tan sólo con accesorios y un nuevo corte de pelo, sino cuidar también tu salud. Y pues, si al fin de cuenta no logras dedicarte a los ejercicios físicos, al menos, ingiere alimentos saludables. En este momento transcendental de tu vida debes aferrarte un poco a la vanidad. ¡Qué más da, tú te lo mereces! ¿O no? ¡Claro que sí! Así que acicálate bien y vete ahora mismo de compras y, luego regresa con dos o tres shopping bags repletos de cosas tan solo para ti, egoístamente para ti. No importa que el barrio critique tu vanidad momentánea. ¡Total, muchos de ellos ni comprenden bien lo que en verdad intentas hacer ni mucho menos por lo que estás pasando! Además, pienso que a muy pocos de ellos le importe un comino tu mundo interior.

Olvídate de la sociedad un poco, de lo que dirán de ti, y enfócate en ti, en tu mundo interior, en atender tu imagen, tu cuerpo, tu salud, tu espíritu. Cómprate ropa nueva, perfumes, accesorios, un libro de superación personal para que cuide la imagen de tus pensamientos. Repito, date un corte de pelo en boga o si deseas déjate crecer el pelo, pero siempre cuidando su apariencia; y claro está, a la altura de tu personalidad. Cuida tu porte y tu compostura. No camines como las personas derrotadas. Camina firme y con la frente en alto. Saluda a los demás con una sonrisa. Cuando hables con los demás no escupas frases de desaliento o de personas frustradas. Habla de cosas positivas y con sentido. Cuando te pregunten por tu ex, simplemente dile con aplomo:No sé. De ahí no pases, no des más detalles. Mucha gente hace preguntas sobre tu relación pasada tan solo por fastidiarte e intentar deprimirte. Estos tipos de personas son tan despiadadas que como no pueden darte muerte con un cuchillo, lo intentan con las palabras y sus comentarios, siempre cargados de socarronería y cinismo. Apártate de esos virus dañinos antes de que tu mente se infecte con la enfermedad de sus vocablos. Recuérdalo, no te eches al abandono como un mendigo. Muchos desearían verte envuelto(a) entre harapos y cartones rotos. De hecho, no dudo que a tu ex, en muchos de los casos y en lo más subrepticio de su alma, le agradaría verte con el rostro triste, los hombros caídos, el pelo desaliñado, la mira honda y mustia, y el caminar pesado y ruidoso. ¡No, nunca le des a demostrar a tu enemigo que luces derrotada! ¡Nunca!

Así que, es hora de invertir en la creación más especial de Dios: en TI. Pero no hagas esto con el fin de provocar vanamente a tu ex, como para que diga: “¡Diablos, lo que perdí!” Hazlo pensando en que tú mereces eso y mucho más. Hazlo porque te hará sentir bien y mejor. Hazlo porque eres lo máximo en este planeta. Hazlo pensando en que tú eres el puntito más brillante del Firmamento. ¡Claro que sí, eso eres: Un milagro de la Naturaleza! Por eso, cuida tu imagen hoy mañana y siempre.

8- Mantén tu mente ocupada en algo positivo y productivo.


En esta etapa de convalecencia emocional debes procurar mantener tu mente ocupada en algo edificante y útil para tu vida. ¿Qué buscarás con esto? Pues alejar toda posibilidad de que los demonios de la melancolía entren en ti y te echen el vudú de la desesperación. ¡Nada de eso! Ponte creativo(a) y no le des tregua a la nostalgia. Ocupa tu tiempo libre en alguna actividad que te mantenga alejado(a) de los recuerdos infructuosos. Los recuerdos son a veces cuervos malignos que vienen a sacarte los ojos de la tranquilidad.

Bueno, para contrarrestar la melancolía empieza por hacer una lista de actividades a las que tú puedes dedicarte. Por ejemplo: Navegar en la Web, leer un libro de superación personal, practicar algún deporte, escribir proyectos, escuchar música clásica o movida a veces, ir a la playa o de compras. Graba en tu mente la siguiente expresión y repítela todos los días de tu existencia: “El mundo se divide en dos: Yo y los demás.” Recuerda que nuestros ancestros solían decir: “Cabeza vacía, talleres del Diablo.” Ya que lo sabes, no permitas que la rutina y las vacuidades de esta vida devoren tu ser, porque esto te hará pensar en la alocada idea de una absurda reconciliación. Todo el mundo tiene un don por dentro, descubre el tuyo y sácale provecho. Pinta, baila, canta, juega básquetbol, esquía, nada, lee, escribe un libro, únete a un grupo de voluntarios, en fin, ocupa tu mente en algo útil y que te satisfaga.

9-Evita caer en el mundo de los vicios.


La tristeza que se siente por la pérdida de lo uno quería, combinada don una dosis de impotencia por no saber cómo recuperar aquello se fue -supuestamente para siempre-, empujan muchas veces a las personas a refugiarse erróneamente en el mundo de los vicios, llámese estos: alcohol, estupefaciente y hasta un exceso de melancolía se podría considerar en un tipo de vicio letal para el alma. Existe una frase popular, un tanto jocosa que dice: Me puse a beber para ahogar mis penas, y las penas aprendieron a nadar. Esto significa que el remedio resultó ser peor que la enfermedad. Lo malo de recurrir al alcohol o cualquier tipo de estupefaciente radica en el riesgo de que las células de tu cuerpo se acostumbren a la sustancia que éstas absorben. Peor aún, mientras tú le entras todo este tóxico al cuerpo, las neuronas se van destruyendo por la fuerza destructora de los invasores letales que recorren por toda la sangre. Para decírtelo en un lenguaje más llano, lo único que estás haciendo con tu vida es atrayendo más rápido la muerte. Y aunque es cierto que todos moriremos algún día, no es menos cierto que lo lógico sería que esa muerte no nos llegue tan rápido. Desde el mismo instante en que el ser humano es concebido en la matriz de una mujer, desde ese mismo instante se activan dos relojes contradictorios para ese ser humano: el reloj de la vida, el que va marcando cada feliz cumpleaños del ser humano, y el reloj de la muerte, el cual va marcando cada segundo que pasa y el que nos acerca más y más al fin último de todo: la tumba. Es decir, que desde antes de nacer, ya estamos muriendo. Por lo que nuestra formada de vida debe estar regida por todo aquello que nos prolongue la existencia: ingerir alimentos saludables, hacer ejercicios corporales, disciplinar las emociones, alimentar el espíritu de cosas positivas, etc. No por aquellas porquerías que nos aceleran la muerte: el alcohol, las drogas, ingerir comida chatarra, beber soda, el exceso de melancolía, la promiscuidad, la ira, llevar una vida desordenada y de peligro.

Cada quien tiene en sus manos su destino. Somos hombres y mujeres libres de elegir lo que queramos. Tenemos libre albedrio. Yo apuesto pues por la vida y no por la muerte. Mi apuesta no es de boca, sino de acciones. Por lo que para que te sumes al club de lo que votan por la vida, te sugiero que no caigas en los excesos del alcohol, que no caigas en el mundo de las drogas, ni mucho menos que te dejes atrapar por el exceso de melancolía, o peor aún, que no llegues a intentar con tu propia vida. ¡El suicidio es una cobardía de las más tontas! Es absurda la idea de devastar la vida en vicios nocivos. Y es estúpido pensar en la idea de quitarse la vida por alguien que muy probablemente en tu mismo velorio cortejará a otro (a). El amor es importante, muy importante, pero no tan sólo de amor se vive en este planeta. Hay miles de cosas temporales que podemos hacer para sentirnos bien con nosotros mismos, mientras preparamos en corazón para un nuevo amor. Tú vida debe ser un constante crear. Crear un proyecto, crear un buen libro, crear amistades, crear una relación más sincera con Dios. Crear trabajo productivo. Crear un nuevo tú. Crear, siempre crear. Siempre.

10-Ve haciendo lugar en tu corazón para un nuevo amor.


A pesar de que, con toda tu razón, en estos momentos no crees en el amor, o quizás muy poco, el amor sí existe y siempre existirá. El Amor nunca muere, sólo muere el sentimiento que se sentía por esa persona a la que una vez entregamos nuestro corazón. Muere el interés, muere el afecto, muere el respeto, muere la consideración, muere la admiración, muere el deseo, y hasta la pasión muere. Pero todo eso suele morir tan sólo por esa persona que no nos supo corresponder. Aun así, el amor siempre existirá en nosotros, aunque nos convirtamos en seres pesimistas, recelosos, y hasta egoístas, el amor nunca cambia, siempre está ahí en espera de que nos decidamos a abrir nuestro corazón para seguir amando.

Hay un refrán que dice: A rey muerto, rey puesto. Significa esto que la patria no debe desaparecer porque el hecho de que quien la gobernaba haya muerto. Significa que Nadie es indispensable ni en el trabajo ni en el corazón. Cuando un puesto o lugar queda vacante, sobra quien lo llegue a ocupar.Cuando un buen pescador se le escapa un pez del anzuelo nunca se lamenta de la pérdida, ya que cuando levanta la mirada, logra ver todo un amar imponente lleno de peces. En el amor, nadie es destino de nadie, sino amante accidental. Si vives en República Dominicana es natural que te llegues a casar con un(a) dominicano(a), pero si haces tu residencia permanentemente en China es pues lógico que llegues a casarte con un(a) chino(a). ¿Es esto causa del destino? ¡Claro que no, es causa de las circunstancias! Un asunto de causa y efecto. De ahí que el filósofo español Ortega y Gasset dijera una vez: "Yo soy yo y mis circunstancias". Nada se da al azar. Todo es regido por la Ley de Causa y Efecto. Las piedras no caen del Cielo porque en el Cielo no hay piedras; alguien las arroja desde abajo. La Ley de la Atracción atrae todo eso que tengas en tu mente. Si piensas en problemas, eso atraerá tu mente. Si piensas en soluciones, eso mismo atraerá tu mente. Piensa de manera positiva pues.

La consigna sería pues: Borrón y cuenta nueva. Sin embargo, antes de tomar la decisión de enamorarte de alguien, debes darte un poco de tiempo para organizarte en todos los sentidos. Las heridas de la piel cicatrizan en semanas y meses. ¿Qué tiempo duran las cicatrices del alma para cicatrizar? Se toman más tiempo. ¿Cuánto? Pues esto depende de cada persona. Hay quienes se enfocan en olvidar lo pasado y seguir hacia delante con mucha seriedad, responsabilidad y madurez, pero hay otros que se empeñan en seguir haciéndose daño, y no paran de poner los dedos en las llagas de un amor putrefacto. Son seres que viven del pasado. Muchas y variopintas son las razones por la que una persona no quiere resignarse a olvidar a su ex: Quizás por intereses creados que superan al amor en sí, como por ejemplo, una mujer quien llevando una vida más o menos cómoda provista por el hombre, de repente, no desea caer en la miseria. Hay quien le aterra la idea de que la sociedad lo fustigue sin piedad por el fracaso amoroso. Aquellos lo hacen por falta de autoestima - la mujer se encuentra muy vieja o en clara desventaja porque ya tiene un hijo o varios, el macho no quiere perder la piel joven y sensual de la hembra-. Estos otros por una marcada dependencia afectiva, o una obsesión súper enfermiza por alguien. En fin, cada quien tiene su propia historia, historia que por lo regular nunca revelamos a nadie. Son secretos que nos llevamos con nosotros a la tumba. Pero bueno, cualquiera que sea tu caso, en ese tiempo de convalecencia emocional, procura nunca caer en la promiscuidad (la práctica de sostener relaciones sexuales con varias personas). Nunca busques a nadie por despecho. Nunca encasilles a todo el mundo de traicionero, ya que todos tenemos niveles de valores humanos diferentes. No andes por ahí con paranoia, pensando en que todo lo que se acerca a ti es para engañarte o algo así. No te pases tu vida tildando a los demás de más de lo mismo. No permitas que el pesimismo ni tu dolor acaben por arruinar las oportunidades de amor que la vida te pone enfrente. Sí, date un merecido tiempito para organizar tu alma. Dale unas merecidas vacaciones al corazón. Déjalo que se sosiegue un poco. Dicen por ahí que “Un clavo saca otro clavo.” Pero esta frase popularizada por el vulgo es aplicable a la madera, porque en el ser humano, los sentimientos no son clavos ni maderas. Es cierto que todos somos sustituibles en el puesto y en el corazón, pero para que se efectúe el cambio de un modo natural se necesita un tiempo prudente para que cuajen bien las emociones. Mira bien a quién le vas abrir tu corazón otra vez, y procura no convertirte en una Némesis -llena de odio y venganza-. No te conviertas en un(a) fiscalizador(a) de sentimientos. Ya que de ser así, lo único que lograrás con esa actitud resentida y oscura, es profundizar más tu vacío existencial, ahuyentar a quien no tiene la culpa de tu pasado y echar a perder la conquista de la felicidad. Cuando te llegue el tiempo para otro amor, procura de no fastidiar la relación presente con el fantasma del pasado. Aprende a vivir el ahora con tu nueva pareja, tu futuro en el amor dependerá siempre de cómo sepas manejar tu presente.

En cuanto a los hijos -si es que los tiene-, no permitas que tu ex te manipule con ellos. Es un truco viejo ese el de hacerte sentir culpable de la situación de incertidumbre que padecen los hijos por motivo de la separación. ¡Patrañas! Es mejor para los hijos tener unos progenitores separados, viviendo cada quien por su lado, en paz; que aquellos progenitores que conviven bajo el mismo techo, sacrificados por los vástagos, pero que no se soportan y viven matándose como perros y gatos.

Esto, aparte de ser una experiencia frustrante para los hijos es un mal ejemplo para sus futuras relaciones amorosas. Los hijos imitan. La única razón de peso para compartir tu vida con alguien es simplemente el amor. ¡Qué más da! Cuando los hijos estén mayorcitos entenderán la situación y la agradecerán. El resto déjaselo a tu abogado y al juez. En este sentido, ¡Qué viva la incompatibilidad de caracteres!

Procura nunca vender, ni en esta vida ni en la otra, tu dignidad ¡Por nada en el mundo! Ya que la dignidad es lo único verdadero que tenemos en la vida. No permitas que nadie juegue con tus sentimientos. No permitas que nadie te manipule con nada ni nadie. No permitas que nadie te haga perder tu valeroso tiempo.

Ya sanadas las heridas del corazón, ahora es el momento exacto de darte una segunda oportunidad con alguien que quiera comprometerse contigo a buscar la felicidad compartida. ¿Cuántas veces debemos intentar amar y ser amado? ¡Todo el tiempo que sea necesario! ¿Cuántas veces debemos caer para poder encontrar alguien que nos sepa valorar en el amor? ¡Todas las veces que sean necesarias! ¿Algún día llegará a tocar el amor a nuestra puerta? ¡No lo sé! Pero lo que sí sé es que nunca debes dejar de intentarlo, sin miedo al fracaso, siempre con optimismo y buena disposición. Siempre dispuesto a jugárnosla una vez más por amor. Pon de tu parte y la otra parte te llegará por añadidura. ¡Vamos, tú puedes!

Ríe Ahora, Ama Ahora.