¿Qué es codependencia?
Codependencia es una herida en el Ser que genera dificultades a la hora de relacionarnos y sabotea la posibilidad de crear amor e intimidad en nuestra vida. Nos impide apreciarnos y querernos tal como somos, escuchar a nuestro guía interior y confiar. Afecta a nuestra autoestima y creatividad. Hace que tratemos de llenar nuestras carencias con alguien, que repitamos patrones que desembocan en relaciones conflictivas o desdichadas. Nos hace sentir dependientes, o su reverso, nos impulsa a no crear lazos profundos de amor y amistad.
El origen de nuestra codependencia reside en las experiencias no integradas de nuestra infancia que de adultos proyectamos inconscientemente en la pareja, en los amigos y en las figuras de autoridad. Experiencias pasadas que nos marcaron y que condicionan negativamente nuestro presente en forma de miedos, corazas, bloqueos, sentimientos de incomprensión, vergüenza, abandono, culpabilidad o resentimiento.
Sanación del Niño Interior
Detrás de la personalidad de adulto tenemos una base emocional muy vulnerable y sensible marcada por las experiencias traumáticas de nuestra infancia. A esta parte de nuestro interior la llamamos: el niño/a interior. En nuestra vida cotidiana el niño interior percibe y interactúa con el mundo que le rodea dirigiendo inconscientemente nuestras emociones y nuestro comportamiento.
El desconocimiento, la negación o la minimización de nuestro niño interior herido –de nuestra base emocional–, hace que atraigamos personas o circunstancias que no colman nuestras necesidades, que a menudo nos sintamos rechazados o traicionados, que desarrollemos relaciones que generan dependencia, desconfianza, resentimiento, sentimientos de culpa o impotencia. O que tratemos de aliviar nuestra frustración o inseguridad con comportamientos adictivos, encerrándonos en nuestro propio mundo, refugiándonos tras una coraza que aumenta la sensación de soledad o vacío.
Codependencia es una herida en el Ser que genera dificultades a la hora de relacionarnos y sabotea la posibilidad de crear amor e intimidad en nuestra vida. Nos impide apreciarnos y querernos tal como somos, escuchar a nuestro guía interior y confiar. Afecta a nuestra autoestima y creatividad. Hace que tratemos de llenar nuestras carencias con alguien, que repitamos patrones que desembocan en relaciones conflictivas o desdichadas. Nos hace sentir dependientes, o su reverso, nos impulsa a no crear lazos profundos de amor y amistad.
El origen de nuestra codependencia reside en las experiencias no integradas de nuestra infancia que de adultos proyectamos inconscientemente en la pareja, en los amigos y en las figuras de autoridad. Experiencias pasadas que nos marcaron y que condicionan negativamente nuestro presente en forma de miedos, corazas, bloqueos, sentimientos de incomprensión, vergüenza, abandono, culpabilidad o resentimiento.
Sanación del Niño Interior
Detrás de la personalidad de adulto tenemos una base emocional muy vulnerable y sensible marcada por las experiencias traumáticas de nuestra infancia. A esta parte de nuestro interior la llamamos: el niño/a interior. En nuestra vida cotidiana el niño interior percibe y interactúa con el mundo que le rodea dirigiendo inconscientemente nuestras emociones y nuestro comportamiento.
El desconocimiento, la negación o la minimización de nuestro niño interior herido –de nuestra base emocional–, hace que atraigamos personas o circunstancias que no colman nuestras necesidades, que a menudo nos sintamos rechazados o traicionados, que desarrollemos relaciones que generan dependencia, desconfianza, resentimiento, sentimientos de culpa o impotencia. O que tratemos de aliviar nuestra frustración o inseguridad con comportamientos adictivos, encerrándonos en nuestro propio mundo, refugiándonos tras una coraza que aumenta la sensación de soledad o vacío.