miércoles, 7 de julio de 2010

El dolor: Las perlas

Las perlas son producto del dolor... resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable en el interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena. Cuando éste penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas y más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, se va formando una hermosa perla.
Una ostra que no ha sido herida, no puede producir perlas porque las perlas son heridas cicatrizadas...
¿Tienes una herida que te causa mucho dolor? Entonces produce una perla. Cubre cada una de tus heridas con varias capas de amor. La mayoría sólo aprende a cultivar resentimientos dejando sus heridas abiertas... alimentándose con sentimientos pobres, que impiden que las lesiones cicatricen.
En la vida vemos muchas “ostras vacías” no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar un dolor en amor. Vale la pena sonreir ante las heridas que recibimos como un medio de crecimiento personal.